Rímini, 20 de enero de 1920 – † Roma, 31 de octubre de 1993)
Director de cine y guionista italiano, considerado por algunos como el mejor director de todos los tiempos.
Fue nominado tres veces al Oscar al mejor director por las películas "Fellini-Satyricon" en 1970, "8 ½ Federico Fellini" de 1963, "La dolce vita" de 1961 pero sólo consiguió una estatuilla honorífica en 1992, un año antes de su muerte.
Sin embargo sus películas han tenido mayor suerte en la categoría de Mejor película extrajera, en las que se llevó el Oscar por "La Strada" en 1956, "Las noches de Cabiria" en 1957, "8 ½ Federico Fellini" en 1963 y "Amarcord" en 1974.
FILMOGRAFIA.-
Luces de variedades (Luci del varietà) (1950) , codirigida con Alberto Lattuada
El jeque blanco (Lo sceicco bianco) (1951), fue su debut oficial y en ella aparece Giulietta Massina en un pequeño papel junto a Alberto Sordi. Se trata de una comedia entre irónica y burlesca, y en ella se perciben algunas características luego reconocibles en el director.
Los inútiles (I vitelloni) (1953)
Segunda comedia de Fellini, esta vez con Sordi y Aldo Fabrizi, convertida hoy en un clásico del cine italiano.
Feroz sátira contra la amoralidad de la vida social de la Italia de entonces, se interna en el patetismo y la acidez que más caracterizarán la posterior filmografía del cineasta.
Por primera vez, utiliza personajes definidos en lugar de caricaturas,aunque algunos como Riccardo (interpretado por su hermano), sean solamente un esbozo. Alberto Sordi, es el payaso trágico y realiza una fantástica actuación.
L'amore in città (1953) - episodio Un'agenzia matrimoniale. En este film de episodios compartió dirección con Rossellini, y contó con Ugo Tognazzi y Antonio Cifariello.
La strada (1954). Primera obra maestra del realizador. Anthony Quinn y Giulietta Massina quedaron inmortalizados en esta melancólica y triste historia ambientada en un circo, que enamoró al público en su estreno.
Alma sin conciencia (Il bidone) (1955). Sin ser un drama negro plenamente neorrealista, sí incluye secuencias propias de esta corriente. En el film, Richard Basehart y Giulietta
Las noches de Cabiria (Le notti di Cabiria) (1957). Segundo gran éxito de su director tras "La strada", y segunda obra maestra. La historia de una prostituta y sus anhelos está servida con una realización y una puesta en escena, amén de un guión magníficamente trazado, que hacen de éste uno de los títulos más señeros del genial Fellini. François Perier y la Massina brillan en un film único. Como curiosidad, señalar que otro grande el cine con un universo propio (Bob Fosse) rodó un remake en Hollywood de este film en clave musical ("Noches en la ciudad", 1968) con Shirley MacLaine, John McMartin y Ricardo Montalbán.
La Dolce Vita (1960). La película por excelencia de su director, de cara al gran público, y uno de los títulos más famosos del cine europeo de los 60.
Mastroianni como maestro de ceremonias de la alta sociedad romana, en su labor de cronista de sociedad, y la disección que hace Fellini de toda una época, aparte de la conocidísima escena de Anita Ekberg en la Fontana di Trevi han hecho que la cinta adquiera la categoría de mítica.
También en el reparto, convence Yvonne Furneaux.
Boccaccio '70 (1962) - episodio Le tentazioni del dottor Antonio. episodio Le tentazioni del dottor Antonio. En esta película de cuatro episodios, homenajeando las historias de Giovanni Boccaccio, trabajó con otros dos cineastas dorados del cine italiano: Vittorio de Sica y Mario Monnicelli, y volvió a dirigir a su amada Anita Ekberg en su primera propuesta rodada en color.
8 ½ (8 e ½) (1963). Para muchos, su mejor film. Las vicisitudes del rodaje de una película y la desintegración personal del director (magistralmente interpretado por Mastroianni) sirvieron a Fellini para saldar cuentas consigo mismo y con la industria. Recientemente ha sido elegida como una de las 10 mejores películas italianas de todos los tiempos.
Giulietta de los espíritus (Giulietta degli spiriti) (1965). Sorprendió a la crítica de entonces por el uso del color como elemento expresivo (y rozando con ello la perfección técnica). La película contiene una de las mejores interpretaciones de Giulietta Massina -si no la mejor-, en un papel escrito expresamente para ella. Maravilloso guión en un film, el primero plenamente felliniano (entendiendo esto como la legitimación del estilo que adoptaría en todos sus films posteriores), que rindió a sus pies a los críticos de medio mundo.
Tre passi nel delirio (1968) - episodio Toby Dammit
Block-notes di un regista (1969) - TV
Satyricon (Fellini Satyricon) (1969). Fue seguramente su mayor triunfo a nivel personal junto a "Amarcord" y a su versión de "Casanova". Todos los egos, genialidades, obsesiones, filosofías y demás cualidades del director están presentes en esta obra, que sigue la célebre obra homónima de Petronio. Film barroco, visualmente espléndido y muy placentero de ver para todo admirador de una buena obra de arte.
I Clowns (1971). Pequeña, sensible y conmovedora cinta que, sin aportar excesivas novedades a la carrera de Fellini, trasluce el amor del cineasta por el mundo circense y por lo que representa para él.
Roma de Fellini (Roma) (1972). Excesiva, prolija, repetitiva, y sin embargo un nuevo y lúcido ejercicio de representación simbólica, en este caso en homenaje a una ciudad y sus gentes, un modo de entender la vida, etc. Antropología cultural incluída, la película desborda interés.
Amarcord (1973). Probablemente el último film de Fellini de relevancia internacional, Oscar a la mejor película extranjera incluído. El mundo de su infancia, la familia, la clase obrera, la miseria y la mentalidad de la "Italia profunda" (en el buen sentido) se conjugan excepcionalmente en una disertación viva, alegre y colorista, con mucho sentido del humor (el humor felliniano) y el deleite narrativo del que hacía gala.
Casanova (1976). Ambiciosa y arriesgada, pese a contener todo el universo de su creador, adapta de forma libre las célebres memorias del conquistador italiano Giacomo Casanova. No fue ningún éxito de taquilla y es prescindible dentro de su filmografia. Ha de reconocersele un considerable derroche de fantasía y quizá ilustre mejor que ninguna otra las obsesiones del gran cineasta sobre la vida y la muerte.
Ensayo de orquesta (Prova d'orchestra) (1978). Poco conocido pero excelente film agridulce, que anticipa la infinita nostalgia-melancolía vital que enmarca "Ginger y Fred". Estimable
La ciudad de las mujeres (La città delle donne) (1980). Resultó ser su última colaboración con Marcello Mastroianni como protagonista absoluto, y permanece como uno de los mejores trabajos de Fellini. Se ha escrito mucho sobre la figura femenina en el cine de este director, y no siempre se ha entendido la relación tan especial del gran Federico con ellas, pero este film aclara todas las dudas al respecto. Inolvidables interpretaciones.
Y la nave va (E la nave va) (1983). Ópera, cine de época, barroquismo y vanguardia visual se entremezclan en la penúltima película del realizador que gozaron los espectadores de cine. Quizá no sea la mejor película de su director, pero revisándola hoy en día, uno percibe la serenidad con la que Fellini convivió durante sus últimos años de vida.
Ginger y Fred (Ginger e Fred) (1986). Ginger Rogers demandó a Fellini por el título de la cinta, referencia obvia. Inmensos Massina y Mastroianni
Entrevista (Intervista) (1987). Film documental donde se habla de Fellini y sus películas por gentes que trabajaron con él. Tiene su aquél, pero no es una joya del cine documental
La voz de la luna (La voce della luna) (1989). Con Roberto Benigni. Inédita en los cines españoles
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